Young Life.

En realidad no sé porque escribo esto, creo que ya estoy harto de mandar mensajes y no recibir respuesta de ti; ya sé que no tienes razón para contestarlos, sé que no significa no, sé que ya no tienes nada que decir. Pero yo sí, yo sí tengo muchas cosas que decir, las pienso todas las noches, me torturan y no me dejan dormir; no he sido completamente honestamente contigo, te he dicho que me arrepiento de haberme alejado de ti, eso es mentira, no me arrepiento.
En realidad me hacía daño saber de ti, verte, hablar contigo, ¿Sabes porque? Por la misma razón por la que siento una mierda todas las noches, porque te vi cambiar poco a poco y no te detuve, vi como te consumías y no hice nada. Podrías decir que tú me necesitabas y yo te di la espalda, dime algo, ¿En realidad crees que te la di? ¿En realidad crees que las cosas que te dije fueron para hundirte? Carajo, si yo te amaba, no se insulta a quien se ama. ¿Sabes porque lo dije? Lo dije porque no lo eres, lo dije porque tú siempre has sido lo contrario a eso, quería que te enojaras, que te levantaras y me dijeras: NO, YO NO SOY LO QUE TU DICES. ¿Querías que te abrazara y te dijera que todo iba a estar bien? No podía, ya ya no podía, me sentía desesperado, odiaba ver como te consumía, como se volvía el centro de tu vida, quería que reaccionaras, que vieras que vales más que eso. Pero no pude. Y en realidad si me enojó mucho que en realidad de decir que no lo eras, te enojaras conmigo, y te alejaras de mi vida y fue entonces cuando dije:
Creo que me está haciendo daño el intentar evitar que tú te hicieras daño.

No creas que han sido muy padres estos malditos meses, están llenos de días de llegar a mi casa llorando porque vi una maldita caja de All Bran y me acordé de ti, meses de no poder comer bien, de alejarme de la gente porque me siento una mierda, meses de no poder siquiera acercarme a esa ciudad, a esa estúpida ciudad que yo amaba y en la que fui tan feliz.

No te culpo, no culpo a nadie, no sé porque me pongo así por algo que ya pasó, que ya superaste, que ya no debería de importarle a ninguno de los dos, pero te voy a decir algo:


Me Importa

Pero que te va a importar a ti lo que piense yo. Tu seguiste y yo me quedé esperando en ese estúpido, estúpido y maldito parque que odio y en el cual fui tan pero tan feliz.