Capítulo V

Skyrim. La chef. Los tatuajes. El café. Chuck Palahniuk. El banco. La unam. Los cursos. La libreta roja. El facebook. Mi amigo. Las fotos. El examen. El jueves. Las llamadas. El sismo. El año nuevo. El teatro. El poema. Mi amiga. El nuevo amigo. El viejo amigo. Las borracheras. Las cartas. La recaída. Los cigarros. La pelea. La computadora. La familia. La victoria pírrica. El secreto. La uv. Minatitlán. Calle 13. El regreso. El metro. Los amigos. La cruda. El mensaje. La amiga. La pelea. La soledad. La decisión. La música. Los papeles. Las fotos. El dinero. El adiós. Las hamburguesas. El hambre. El frío. Mi oído. El PAE. La tregua. La amiga de mi amiga. Los molotes. La felicidad. La piedad. El reencuentro. La deuda. La credencial. El miedo. Las elecciones. La impotencia. Mi libro. Espagueti.Cebolla. El exilio. El orgullo. La vergüenza. La envidia. Catársis. Los ausentes. Mi guerra. El exilio. La victoria. El portal.

Vivir en la calle

Imagínate que vas a pasar la mayor parte de tu vida como esclavo.


Mancillarán tu infancia con escuelas para que te enseñen a pensar, llegarás a la universidad de esclavos para que te enseñen a cargar tus piedras. Tendrás un empleo con el que tendrás que pagar tu jaula y, si eres inteligente, una carreta para llegar más rápido a la cantera.


Utilizarás tus monedas para comprar cosas que tus patrones te dicen que necesitas, para ser como ellos. Cosas que tú crees necesitar, por estatus, porque tú no quieres ser como esos hombres caídos en desgracia, viviendo en la calle, comiendo de la basura. No, esa vida no es para ti, tú eres un hombre libre. Libre de elegir que tipo de esclavo quieres ser, libre de elegir el color de tu taparrabo y el sabor de tu engrudo.


Después envejecerás y ya no le serás útil a tus patrones. Y vas a morir esclavo.


Pero te consolará que jamás fuiste como el loco aquél que vivía en los basureros, recogiendo latas y envases vacíos. El que hablaba con las aves y era tan inmensamente rico que podía darse el lujo de dormir bajo todos los árboles. El que no lo limitaba el dinero porque jamás lo conoció, el que conocía la verdadera amistad que no estaba basada en el interés sino en el apoyo y la camaradería. El deschabetado que se masturbaba en la calle, que compartía su comida con los perros. Aquel al que el hambre, el frío y los dolores físicos lo acercaron más a él mismo. El loco, tú no estabas loco. Tú fuiste un esclavo porque tú no estabas loco.


Sólo estabas muerto. Pero no estabas loco.

El holandés errante.

-A menudo pienso en la muerte.


No pienso en morir, me da miedo, como a cualquier ser humano. Pero pienso más en la muerte que en morir ¿Me entiendes? En lo es en realidad. Digo, ¿Qué es MUERTE? ¿Es un momento?


- Yo creo que es toda la vida. En realidad no estamos viviendo, estamos muriendo. No es como esperar un tren, no llega, está siempre ahí. Es más cómo...


-¿Jugar constantemente a la ruleta rusa?


-No, trataba de utilizar una analogía más inteligente. En la ruleta rusa te mueres en cualquier momento, no tiene sentido utilizar muerte en una analogía de muerte. Estaba pensando en...


-No la hay. Lo he pensado, siempre lo hago. No puedes describir o explicar la muerte sin el verbo "morir".


-Eso suena increíblemente estúpido.


-Sí, pero espera. Escucha, es como si todos tuviéramos implícito en concepto de muerte, porque, no es sólo desaparecer ¿Me entiendes? ¿Cómo se lo dices a un niño? No le dices que es cuando abuelita deja de existir. Es más que respirar ¿sabes? Morir es...


-Morir. Sólo lo sabes. Sí te entiendo. El caso es que morir le quita y le da sentido a todo, ¿No lo crees? Digo, muchas veces he dicho "Hey Fulanita, ayer estuve pensando en que me puedo morir en cualquier momento y la verdad no me quería quedar con las ganas de meterte la verga".


-Es un gran argumento. Le quitas la importancia al momento al decir que puede ser cosa de un rato, pero le das importancia a la persona porque prácticamente le estás diciendo "No podré morir feliz si no te meto la verga."


- Sí, casi siempre funciona. Supongo que para muchos la muerte es una excusa para echarse el último palo. Cogerse a la catrina.


-La pinche catrina. ¿Sabes qué me caga del día de muertos? Ése discursillo nacionalista, tan estúpido de "el mexicano se ríe de la muerte", que se escucha tanto. ¡Claro que no! El mexicano se caga de miedo con la muerte, le aterra como nada en este mundo, por eso es que somos tan cristianos. La muerte es como ése jefe culero al que todos los oficinistas temen y por eso dicen que es impotente o que se está quedando calvo. Pero cuando se acerca, todos callados.


-Ahí está, una buena analogía de la muerte.


-No creo, sólo abarca una pequeña fracción de lo que es.


-Y ¿Qué es la muerte?


-¿No has estado poniendo atención? No lo sé, nadie lo sabe.


-Y ¿Por qué hablamos tanto de esto?


-Porque le tememos, supongo.


-Te hace falta coger.


-Muérete.

Bienvenido a casa.

Bienvenidos al país de las maravillas, bienvenidos al México surrealista. Bienvenidos a la teoría relativista, donde se vive en el 2012, 1512 y 1968 al mismo tiempo. Bienvenidos al gobierno de López Portillo y Sasha Montenegro. Bienvenidos al país donde los libros cuentan historias, pero no cuentan Historia. Bienvenidos al autoritarismo, al fascismo, al retroceso cultural.

Bienvenidos. ¿Se siente como regresar a casa?
Una mezcla de tristeza y risa, tristeza por el salto al pasado, risa por la situación en la que nos volvemos a encontrar. Así que sígamos viéndolo con ironía, sigamos viéndolo con humor, tendremos que hacer chistes sobre la "gaviota" y sobre "el pelón", habrá que confíar en los medios. Habrá que insultar a los perdedores, Porque la mayoría siempre tiene la razón, ¿Verdad?

Habrá que perder la esperanza, habrá que romper los juramentos, traicionar los principios, robar porque si no lo hago yo, lo hará el de atrás, habrá que poner el orden por encima de la calidad de vida y la educación, habrá que vender nuestros cuerpos y nuestras mentes así como hemos vendido el voto y, por lo tanto, al país...

¿O no?

Suena tan ¿anti-mexicano? ¿extraño?

Qué tal si.... ¿Qué tal si cambiamos? Y no nos dejamos llevar por los demás, sí, eso ha de funcionar. ¿Qué tal si nos convertimos en el México que queremos ver? ¿Qué tal si luchamos contra la violencia con educación y respeto? ¿Qué tal si dejamos de consumir drogas? ¡De manejar borrachos! ¡De meternos en la fila! ¡De copiarnos en los exámenes, de pagarle al maestro!

¿Qué tal si aceptamos que tenemos errores y que podemos mejorar? ¿Qué tal si aceptamos que todos somos seres perfectibles? ¿Qué tal si aceptamos que somos vulnerables?

Habrá que luchar, habrá que creer, pero sobre todo: Habrá que cambiar.

Felicidades a todos aquellos que le han dado en la madre al país, porque nos han dado una oportunidad a TODOS de demostrar que somos más que un voto, que no somos un número. Que nos preocupamos por nuestros hermanos y que trabajamos para mejorar el país. Gracias, priístas, porque nos han dado la oportunidad, nos han dado el reto de mejorar y defender el país sin el apoyo del gobierno.

Nos han dado la oportunidad de demostrar que los que queremos cambiar no estamos detrás de ninguna bandera o escudo.

Yo soy Rafael Alejandro Bautista Vera. Soy feliz de haber nacido mexicano, y haré todo lo que esté en mi poder por sacar a mi país adelante. Incluso si mis compatriotas quieren que siga en el hoyo.