La prostitución de la amistad. Parte tres.

A raíz de la institucionalización del amor, llamada en las sociedades occidentales "matrimonio", el fin último de la pareja en mi cultura es el intercambio de material.
 Al firmar un acta de matrimonio, un individuo tiene derecho dado por el estado sobre los bienes y sobre el cuerpo y la mente de otro individuo. Puedo decir que estos principios, impuestos por el estado, son los cimientos sobre los cuales se construyó este fenómeno al que llamo "círculos de realidad.

 En la cultura mexicana tradicional, al casarse una pareja, pocas veces tenían bienes que intercambiar; se compartía el hambre y la pobreza en el mejor de los casos. Pero fue esta pobreza y fue esta hambre lo que formó un lazo más fuerte en las culturas mexicanas tradicionales: el trabajo.

 El esposo/a dejaba de ser sólo un compañero de cuarto y pasaba a ser un compañero de trabajo. Mientras el marido iba a trabajar al campo o a la mina, la mujer hacía las tortillas o las vendía en el mercado. Eran actividades primarias, o terciarias a las que se dedicaban las familias mexicanas tradicionales. Dado a que muchos se dedicaban a las actividades primarias, podían alimentarse sin dificultar, aunque no crecían económicamente.

 Al tener hijos, los matrimonios tradicionales les inculcaban los valores cristianos que se les fueron impuestos por la conquista española. Esto no fue algo negativo para ellos, les daba un sentido de pertenencia y cohesión familiar. Los hijos de familias tradicionales tenían un sentido de vida que era su religión y pertenecían a un grupo que era su iglesia. No sólo eso, estos niños tenían un gran valor por la educación. Puedo inferir que esto pudo haberse dado por la influencia de José Vasconcelos en la educación pública y rural. 


Estos niños crecieron, se educaron y tuvieron hijos.
Pero estos hijos crecieron en un México diferente. Un México industrializado. Donde la mucha gente había pasado de dedicarse a las actividades primarias a las secundarias. Ya no tenían la facilidad de alimentar a sus hijos, ya que trabajaban por salarios.

 La educación en México también había cambiado. Por la influencia norteamericana, las escuelas pasaron de ser centros de educación a ser centros de capacitación. Esto se puede observar fácilmente en los libros de texto gratuitos de hace 50 años y los actuales. En los primeros, el objetivo era el dominio y el perfeccionamiento del idioma. En los actuales sólo es el desarrollo de la habilidad de leer. En las escuelas en las que mis abuelos estudiaron (primarias) se leía más que en las preparatorias actuales. Ya no era importante que los niños se educaran, sólo era importante que se capacitaran para entrar a la universidad, y una vez ahí, capacitarse para llenar un puesto que no requería mucha capacidad intelectual o cognitiva.

En cuanto a la religión, poco a poco, por influencia de la industrialización del país, se fueron perdiendo, en muchos centros urbanos, los valores que la religión daba: familia, lealtad, esperanza, fe, pobreza, etc.

Esto creó un gran desequilibrio en las familias mexicanas. Y pudo haber sido el contexto en el que se desarrollaron los CdR. Unos individuos, despojados de sentido de vida, de grupos a los cuales pertenecer, con poco valor a la educación, con padres pobres, tanto económicamente como culturalmente, todos buscando algo que se les quitó, pero no saben que es. A menudo lo encuentran en drogas, sexo, alcohol, dinero, pero nunca lo encuentran solos. Siempre están acompañados por otros individuos igual de despojados. Los circunscritos al llamarle "amistad" al intercambio, comparten su soledad, pero no dejan de sentirse abandonados.

En las familias que dan origen a los circunscritos, las relaciones son igual de opresivas. Los padres muchas veces también tienen problemas emocionales o de adicción. A continuación describiré un caso de una familia de una madre soltera que también es un CdR:

 La mamá, Gloria, tiene una hija de 12 años llamada Lulú. Gloria tiene problemas de adicción al alcohol y esto le trajo problemas con el papá de Lulú, hasta que finalmente se separaron.
Gloria es una persona codependiente y, aunque no está en condiciones para criar un hijo, muchas veces ha amenazado al padre de Lulú, Luis, con suicidarse si se la lleva a vivir con él.

Gloria sabe que Luis puede darle una mejor vida a Lulú, en un ambiente más sano y además, él podría pagarle una mejor escuela (Lulú asiste a una escuela pública). Pero esto implicaría que Lulú ya no pasara tanto tiempo con ella y eso no puede permitirlo, aunque esto repercuta en la salud física y mental de Lulú. Gloria golpea a Lulú.
Lulú, por la influencia de su madre, piensa que Luis es un hombre malo que la quiere separar de su mamá. Ella ve a su mamá como alguien a quien debe cuidar constantemente. Y muchas veces cuando su madre tiene sus borracheras y acaba inconsciente, ella se siente culpable porque no la cuidó.

Podemos observar en este caso, como las dos mujeres distorsionan su realidad en pos de mantener su relación. Podemos observar también, el poco valor que le da Gloria a la educación y al cuidado de su hija. Sin embargo, aún no puedo resolver si Gloria cree genuinamente que es una buena madre o si se da cuenta de su situación.

El desarrollo de los hijos en familias CdR está prohibido, porque esto implicaría su libertad. Y si los hijos son libres ya no podrían participar en el intercambio al que están acostumbrados en la familia.

La prostitución de la amistad. Parte Dos.

En la publicación anterior hablé de los círculos de realidad dentro de las relaciones de amistad. Puse de ejemplo la búsqueda de afecto y el intercambio de cualidades, materiales y habilidades como substituto a la amistad en dos situaciones diferentes.

En esta continuación intentaré expresar mi punto de vista sobre como funcionan los círculos de realidad dentro de las relaciones afectivas o de pareja en mi generación y cultura.

Las relaciones de pareja en mi generación son muy particulares. Generalmente, las personas se unen con otras en busca de algo que sólo podrían obtener al "comprometerse" con alguien más. Esto podría ser compañía, afecto, sexo etc. Y, como mencionaba antes, los individuos no están interesados en el crecimiento personal de su "circunscrito" (siguiendo la analogía de los CdR), les importa más lo que ellos pueden obtener del otro. La diferencia entre los CdR de las parejas, es que este intercambio se lleva a cabo entre los "novios" y con nadie más. Pero esto no significa que la situación sea menos opresiva. Por ejemplo:

Juan antes pertenecía a un CdR que se reunía para solucionar sus carencias económicas. En éste, conoció a Concha. Se "enamoraron" e iniciaron su propio CdR circunscrito al primero. Sin embargo, Juan ya no podía participar en las actividades del primer CdR porque su dinero se iba en solventar las actividades de Concha dentro de éste. Así que, al ya no ser útil dentro del CdR, fue excluido poco a poco, pero Concha siguió dentro del CdR ya que aún contaba con el apoyo económico de Juan. Ésta a su vez le ofrecía sexo y lo ayudaba con sus carencias afectivas y sus problemas psicológicos.

En este ejemplo podemos notar cosas importantes de los CdR de las parejas. Por ejemplo, el como están "cargadas" a un sólo lado de la relación. En los enamorados de los CdR hay siempre un capataz y un obrero. El obrero vive y disfruta del trabajo y del dolor del obrero. El obrero muchas veces sacrifica su tiempo, su dinero y hasta su salud por mantener contento al capataz. Y hasta llega a pensar que su único propósito en la vida es hacerlo feliz.

Es ahí donde se puede observar una gran diferencia entre las relaciones que se quieren y las relaciones de los círculos de realidad. Las personas que se quieren están conscientes que el otro miembro de la relación es un individuo libre y responsable de sus acciones, en cambio, las personas que están en un CdR ven a su pareja como un centro de intercambio en el que se intenta pagar menos y obtener más para dejar al otro sin nada, también lo ven como una extensión de sí mismos, una de la que pueden disponer en cualquier momento.

En cuanto mayor sea el sacrificio de una persona por la otra, más se considera que quiere a la otra, dentro del CdR. En estas relaciones no es extraño escuchar cosas como:
"No fue a la escuela por venir a verme, me quiere muchísimo" o "Ya dejé de ver a mi mejor amigo porque a mi novia le molesta y yo la quiero mucho, no quiero que se enoje conmigo".

Y se ve de la forma más normal, tanto así que ninguno de los dos se ven como son en realidad: opresores y oprimidos.

Curiosamente, entre más tenga algo que ofrecer un miembro, menos ofrece y se le ofrece más. Por ejemplo: si un muchacho es atractivo, tiene dinero, automóvil y aparentemente pertenece a un nivel socio-económico mayor, más serán las mujeres que le ofrecerán compañía o sexo y el tendrá que hacer menos esfuerzo para obtenerlo. En cambio, otro muchacho con menos cosas por ofrecer, tendrá que invertir más para obtener la misma cantidad de sexo o compañía.

Ésto para las mujeres es algo interesante. Ya que dentro de los CdR no sólo son clientes/consumidores también son un producto en si mismas. Pero es interesante notar que entre más tiempo pase una mujer dentro de este "mercado", su valor va disminuyendo.
Entre más veces una mujer se haya utilizado a sí misma como moneda de cambio dentro de los CdR, menos vale. Y no sólo se utilizan a las mujeres como monedas en cuestión de sexo, también de estatus y de carencias afectivas.

En las próximas publicaciones ahondaré más en los CdR en las relaciones y en como afectan a la mujer más que al hombre. También hablaré de como se relaciona un individuo que no pertenece a un CdR con los que sí y como se forman redes de redes entre los CdR.

La prostitución de la amistad

Platicaba con un amigo hace unos días. A él le gusta una muchacha que es amiga mía y de él, pero también le gusta otra que conoció hace unos días en una salida con otros amigos suyos.

"Es que ésta está más buena. Y me gusta mucho platicar con ella. Pero ésta otra vive cerca de mi casa y puedo pasar más tiempo con ella."

Cerca de donde estábamos platicando, había una pareja de lesbianas tomadas de la mano caminando fuera del edificio. Una era alta, de buen cuerpo y tenía algunas perforaciones en la nariz y en la ceja. La otra era baja de estatura, algo gorda y vestía como lo haría un muchacho. Lo único que la distinguía como mujer eran los senos y unos aretes que llevaba puestos.

"Y es una situación difícil." Continúo mi amigo. "Porque a las dos las quiero mucho y me gusta estar con ellas."

Me he enterado que un amigo y una amiga que conozco desde la preparatoria, ambos drogadictos, han decidido mudarse juntos. Y han reducido su círculo de amistades a un puñado de personas que también gustan de drogarse.

En éstos días me he dedicado mucho a trabajar en un laboratorio de psicología en la universidad donde estudio. A consecuencia de esto, me ha quedado muy poco tiempo para salir con mis amigos y para hacer las cosas que solía hacer con ellos. Creo que por éso, cada vez son más frecuentes los comentarios de "Te estamos perdiendo" o "Estás cambiando" incluso el "Me caías mejor antes".

Han sido estas situaciones las que me han llevado a pensar tanto sobre la situación de la amistad y el noviazgo en mi generación. Y he llegado a varias conclusiones.

Creo, como menciona Sartré, que en ésta sociedad tan hostil y tan enfocada a la función y la utilidad de las cosas, en el mejor de los casos, las personas que se "aman", sólo se masturban el uno con el otro.

Veo el amor en mi cultura y en mi generación como un intercambio de material, cualidades, habilidades y funciones. En el caso de mi amigo, que no puede decidirse entre una mujer y otra, pone en un diagrama mental las cosas que éstas le pueden ofrecer. Como si fuera una inversión de capital. En ésto es en lo que yo entro en una disonancia cognitiva. Según mi estructura mental, el amor no es el mero intercambio de cualidades, el amor es compartir un tiempo y un espacio para llegar juntos a un fin común. Puedo observar que mi amigo no está interesado en amar a cualquiera de estas muchachas, podría decir que está interesado en que lo amen a él para así "aprovechar" la situación para extraer de éstas personas lo más que pueda dando lo menos a cambio; ésto podría ser dinero, afecto, compañía, sexo, favores y hasta comida.

Y puedo ver algo similar en la situación de mis amigos drogadictos. Siendo ésto una conducta mal vista socialmente, podrían haberse juntado para compartir su culpa, o como búsqueda de un refugio del juicio de los demás. He notado que en los grupos de amigos de los drogadictos, la mayoría también se droga. Podría decir que esto se debe a que las personas que se drogan no pueden concebir que una persona viva de una manera diferente a la suya y lo haga sin ser reprendido o perseguido socialmente. Por éso tratan de "anularlos" dentro de su grupo amistoso o de "realidad", como me gusta llamarlo. Dada la situación a la que exponen a su cognición, éstos se separan de la realidad y pueden caer en un relativismo en lo que sólo existe lo que ellos quieren que exista. Dentro de su círculo de "realidad", ellos están conviviendo y construyendo su amistad, el hecho de que están cometiendo un delito y que están atentando contra su salud queda anulado. De nuevo, hago referencia a la amistad vista como un intercambio de bienes, en este caso, la culpa o el estigma social.

Pero el círculo de "realidad" no se limita al grupo de drogadictos. Puedo ver que muchos grupos de amistades sólo se unen para justificar y limitar su separación de la realidad. Haciendo una analogía, sería acertado decir que el ladrón sólo puede llevarse con ladrones y entre ellos está prohibido decir ambas: que uno roba y que uno no roba. El que admite que roba, al exponerse individualmente, expone violentamente la situación del grupo. Ya que dentro del círculo de realidad está prohibido decir la verdad y no pueden verse como individuos separados, sólo se perciben como una masa homogénea. Por otro lado, si uno dice que no roba, pueden pasar dos cosas: que los demás miembros del CdR crean que está fingiendo o que sepan que no lo hace y lo excluyan de éste

Una vez que un individuo se da cuenta de su situación y no se siente a gusto con ella, trata de hacer algo para cambiarla y mejorar. Pero no toma en cuenta que el CdR es opresivo y pocas veces dejará que alguien salga de donde está. Muchas veces los miembros del CdR, al intentar mantener dentro a un miembro consciente de su situación, recurrirán a medios como el chantaje, la mentira y hasta la amenaza. Es muy común escuchar en estas situaciones frases como: "Si no vas con nosotros a la fiesta equis ya no te vamos a invitar" o "Qué puto eres porque no tomas conmigo." 

La individualidad está terminantemente prohibida dentro de un CdR. Por éso es importante hacer la distinción entre CdR y amistad. En la amistad se celebra y se premia la individualidad de los miembros, no es un intercambio, es un compartir. No es un "tú tienes algo que yo quiero y te doy esto que tú quieres", como en el CdR, es un "te quiero y quiero que quieras lo que quieres".

El caso de las lesbianas lo mencioné y explicaré en siguientes publicaciones las consecuencias que tienen los CdR en las relaciones sentimentales.