¿Has notado?

Has notado cómo me tiemblan las manos
de miedo y de ansiedad
cuando no puedo tocar las tuyas
aunque me maten las ganas de hacerlo?

No has notado cuando mi mirada
se queda pasmada en un detalle tuyo?
En tu nariz, en tu pelo, en tus ojos?
En tu sonrisa, en tu risa, en tu enojo?

Has notado cuando confundo
tu sentimiento con el mío
y siento tus intenciones como mías
y tus pensamientos como propios?

Cómo cuando siento que, como a mí,
te tiemblan de miedo los labios
con terror y premura de besarte
aunque estén tan lejos de hacerlo?

No notas mi frío al dejarte?
No notas mi alegría al verte?
No notas mi ansia de tenerte?
Mi miedo a ti?

Mi miedo a pronunciarte
a decir en voz alta
lo que mis manos gritan
cuando tocan la taza de café?

El miedo de pensarme junto a ti
de pensar, intentar tocarte?
No notas lo que siento,
estruendo en mi pecho,
resonando en mi corazón?

Notas, acaso, la morada
segura y cálida, calmada
que es tu imagen
en mi mundo de terror?

Has visto mis ojos llorando?
Mis piernas temblando?
Mis manos cediendo?
Mi voz quebrando?

Has visto a un ave dudar en el vuelo?
A un relámpago regresando a la nube?
A la lumbre mojar el acero?
A un corazón llorando de miedo?

A un hombre regresando al hogar?
A una botón convirtiéndose en flor?
A un violín cantar el amor?
A un recuerdo provocando el dolor?

¡¿Me has visto a mí cantando tus ojos en la noche
gritando tu boca en la luz
rogando por tu mirada en la soledad?!

Has notado a aquél mendigo
cuyo más grande tesoro
es aquel oro blanco
que esconde aquél cofre carmesí?

Aquella sonrisa que el sueño me quita
y el sosiego me arrebata?
Y nada más provoca
que más razones para provocarla?

Has notado, oh mujer,
has notado?
El terremoto que en mí has desatado?
La guerra que en mi alma has calmado?

Los suspiros que has provocado?
Los sollozos que has comenzado?
Las sonrisas que has empezado?
Las dudas que has comenzado?

Has notado
que a tus pies se encuentra un hombre
un hombre firme y sin dudas
y por tu amor, glorioso y derrotado?

Has notado, oh mujer.
Que el incendio en mi alma,
con tu sonrisa y tus ojos,
has expandido y a la vez calmado?