Como cuando uno pasa el dedo por una cuchara que tiene demasiada azúcar, o cuando escuchas una canción que te gusta mucho pero escuchas demasiado y terminas odiando, me vas a hartar. Y ese día que me hartes, después de haberte vomitado todo mi desprecio y hastío, llamaré al más fiel de los amigos e iré a emborracharme en las calles de la ciudad, celebraré que me hayas hartado y no sabrás más de mi, porque me habré ido, a ponerme la peda de mi vida y me habré largado de ésta pinche ciudad de a tres varos que odio.
Un día me vas a hartar.
Un día me voy a cansar de ti, te voy a gritar todas las pendejadas que nos hiciste y me dirás que soy un egoísta y que no pienso en lo que yo te he hecho, tendrás razón, pero ya estaré harto. Un día me vas a hartar, oh vaya que me vas a hartar.
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