El holandés errante.

-A menudo pienso en la muerte.


No pienso en morir, me da miedo, como a cualquier ser humano. Pero pienso más en la muerte que en morir ¿Me entiendes? En lo es en realidad. Digo, ¿Qué es MUERTE? ¿Es un momento?


- Yo creo que es toda la vida. En realidad no estamos viviendo, estamos muriendo. No es como esperar un tren, no llega, está siempre ahí. Es más cómo...


-¿Jugar constantemente a la ruleta rusa?


-No, trataba de utilizar una analogía más inteligente. En la ruleta rusa te mueres en cualquier momento, no tiene sentido utilizar muerte en una analogía de muerte. Estaba pensando en...


-No la hay. Lo he pensado, siempre lo hago. No puedes describir o explicar la muerte sin el verbo "morir".


-Eso suena increíblemente estúpido.


-Sí, pero espera. Escucha, es como si todos tuviéramos implícito en concepto de muerte, porque, no es sólo desaparecer ¿Me entiendes? ¿Cómo se lo dices a un niño? No le dices que es cuando abuelita deja de existir. Es más que respirar ¿sabes? Morir es...


-Morir. Sólo lo sabes. Sí te entiendo. El caso es que morir le quita y le da sentido a todo, ¿No lo crees? Digo, muchas veces he dicho "Hey Fulanita, ayer estuve pensando en que me puedo morir en cualquier momento y la verdad no me quería quedar con las ganas de meterte la verga".


-Es un gran argumento. Le quitas la importancia al momento al decir que puede ser cosa de un rato, pero le das importancia a la persona porque prácticamente le estás diciendo "No podré morir feliz si no te meto la verga."


- Sí, casi siempre funciona. Supongo que para muchos la muerte es una excusa para echarse el último palo. Cogerse a la catrina.


-La pinche catrina. ¿Sabes qué me caga del día de muertos? Ése discursillo nacionalista, tan estúpido de "el mexicano se ríe de la muerte", que se escucha tanto. ¡Claro que no! El mexicano se caga de miedo con la muerte, le aterra como nada en este mundo, por eso es que somos tan cristianos. La muerte es como ése jefe culero al que todos los oficinistas temen y por eso dicen que es impotente o que se está quedando calvo. Pero cuando se acerca, todos callados.


-Ahí está, una buena analogía de la muerte.


-No creo, sólo abarca una pequeña fracción de lo que es.


-Y ¿Qué es la muerte?


-¿No has estado poniendo atención? No lo sé, nadie lo sabe.


-Y ¿Por qué hablamos tanto de esto?


-Porque le tememos, supongo.


-Te hace falta coger.


-Muérete.