Oh, You Are So Naive

Tengo un problema de actitud. Se me hace MUY difícil mantenerme callado frente a gente que no me agrada, mis amigos dicen que soy una señora cuarentona en el cuerpo de un adolescente.

Siempre que vamos a subirnos al coche de un conocido para que nos de ride, mi amigo Héctor me da un codazo antes de subirme y me dice: "Compórtate" como si fuera un niño de ocho años; admito que algunas veces me comporto como uno, pero ya me tienen en tan mal concepto mis amistades que prefieren no presentarme a gente que saben que no me va a caer bien porque no me se "portar bien" frente a gente idiota.

Puede sonar divertido, pero me ha traído muchos problemas tanto en la escuela como en mi vida personal. Verán, yo no soy una persona que se enoja con facilidad, a veces si soy un poco limítrofe rayando en la bipolaridad, pero aún así no se puede decir que pase de cero a cien en cuanto a enojo se dice, cuando no soporto a alguien y tengo que pasar cierto tiempo con esa persona no me enojo, es más, me divierto, pero mi diversión con esas personas no es jugar parchís, es hacer comentarios de MUY mala leche que a veces ni yo (en mi diversión) me doy cuenta que hago, hasta que mis amigos me dicen lo que dijo y yo los veo con una cara de: YO DIJE ESAS COSAS?! y hasta una disculpa me pueden sacar, pero es que cuando ponen a alguien estúpido frente a mi soy como un niño en una tienda de juguetes, me pongo a ver y elegir sus defectos a ver cual podrá ser el más divertido: Arrogancia, estupidez, incongruencia.

Una vez me preguntaron que si yo creía que podía decirle a la gente lo que yo quisiera sin tener consecuencias: La neta si.

Si algo tengo yo aparte de mi bipolaridad, es mi facilidad para convencer a la gente, tanto para que se disgusten a como que se alegren, una vez me dijo una exnovia que ella estaba enojada hasta que yo decidiera lo contrario.

A veces me gusta "enojarme" con mis amigos y me gusta más "reconciliarme", pero sólo porque yo decido cuando jugar. Pero el día que no pueda elegir yo las reglas del juego, ese día me habrá de cargar San Plátano. Unos me dicen cínico, otros me dicen manipulador, pero yo sólo sé unas cosas: Casi no me enojo, perdono fácilmente y soy un gran mentiroso hijo de puta:

Soy el hombre perfecto.