Camino hacia mi casa, es de madrugada. Tengo mis dientes en el bolsillo derecho y mi nariz está latiendo.
Abro la puerta de mi cuarto, saco una cerveza del frigobar y prendo la tele. Me duermo.
Sueño con ella.
Me levanto y mi cerebro es varias veces más grande que mi cabeza. Me vuelvo a desmayar.
Hay sangre en mis zapatos.
Ya no me importa si sano o si me vuelven a madrear.
No me importa si la vuelvo a ver o no.
No me importa que no haya leche en el refri ni tener tarea de matemáticas.
No me importa.
Me da igual.
1 Razones:
esto fue real? o fue una chaqueta mental? jejeje
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