Creo que me estoy enamorando de la perra pretenciosa que me dijo que no debo de hablar de amor. Es tan presumida y tan odiosa, odio cuando cree siempre tener la razón y lo peor es que casi siempre la tiene. Me caga que me calle y que me pida que le mienta, odio que me llame, y odio hablar con ella, pero cuando no lo hago me da ansiedad y termino hablándole yo. Odio que me conozca sin siquiera saber quien soy, odio que me diga Alejandro, y me caga aún más que también haya leído a Neruda. Me caga saber que ella está lejos, y me dan escalofríos pensar que está cerca, me caga que no sepa cuando callarse y que se arrepienta de lo que dice, me pone de malas que me llame cuando estoy escribiendo y me molestó mucho cuando platicó con mi madre y peor cuando me regaló cigarros. Odio que no le molesten mis defectos, odio que me vea perfecto, odio que se haya abalanzado sobre mi sin saber si iba a estar ahí para que no cayera, odio que haga tanto ruido, odio que no se calle, odio que sea tan PENDEJA y tan INSENSIBLE a los demás, me CAGA su maldita burbuja de felicidad y odio que llore, me caga que llore y sabe que yo le voy a secar las lágrimas y me caga que lo sepa...
Pero dormida se ve tan tranquila, que les juro que en este momento vendería la podredumbre de mi alma por poder amarla como ella merece ser amada.
Por cierto, escribí esto en mi iphone :D